THOR | Acción y aventuras - PM13 113´
BUENA

Thor es un joven francamente insoportable; al punto que, a causa de su arrogancia y su carácter impulsivo, reaviva una vieja guerra entre reinos que irrita profundamente a su padre, Odín. Cuando éste lo castiga mandándolo a vivir entre los mortales terráqueos, el muchacho descubrirá el amor e iniciará un aprendizaje que le permitirá convertirse en el rey sabio que su padre quería para el reino. Este esquema, llevado al lenguaje de historieta, le permite desarrollar al director Kenneth Branagh un relato que, si bien presenta algunos tropiezos narrativos, consigue interesar al espectador gracias al deslumbrante tratamiento visual de las escenas. Las secuencias de acción y los combates demuestran una vez más que la tecnología digital ya no tiene secretos y que la imaginación de los realizadores no encuentra límites. Todo esto se potencia, claramente, en la versión en 3D, el nuevo recurso tecnológico que se ha convertido en uno de los principales atractivos en la convocatoria del público a las salas.

El director Kenneth Branagh es un experto en Shakespeare, y esto se nota en la evidente comodidad con la que se mueve al describir las intrigas palaciegas que rodean a la sucesión de Odín, el monarca de Asgard. Si bien hay un tratamiento excesivo de la música (casi operística, con todo el respeto que ese género merece), las escenas que transcurren en ese sitio fantástico son las más logradas. También hay algunos rasgos de humor (y un par de alusiones a otras historietas de Marvel) y algunos diálogos con pretensiones de reflexión sobre la naturaleza humana, pero queda claro que todo está subordinado a la espectacularidad de las secuencias de acción.

A quien le suene extraño ver a este grupo de vikingos que maneja tecnología de punta, recuerde que no está ante un estudio de la mitología nórdica sino en presencia de una historieta que no busca otra cosa que relatar aventuras fantásticas. Y la película va exactamente en la misma línea.